Los aerosoles han sido los principales causantes de agrandar
el agujero de la capa de ozono, que ha empeorado notablemente el calentamiento
global. Esto se debe a que absorben y dispersan la luz solar, puesto que
contienen una sustancia nociva llamada Clorofluorocarbonos (CFC's). Incluso
tienen diversos efectos negativos en las nubes. Por ejemplo, al disminuir el
tamaño de las gotas, se reduce la eficacia de las precipitaciones, lo que a su
vez modifica el contenido del agua en estado líquido, el espesor de las nubes y
su tiempo de vida.
La capa de ozono protege a los organismos
vivos de la Tierra de los rayos ultravioletas (UV). En los años ochenta, los
científicos descubrieron la reducción de la capa de ozono estratosférica debida
a las emisiones de sustancias químicas sintetizadas por el hombre. Este agotamiento
de la capa de ozono supone un aumento de la radiación UV, lo que es peligroso
para el hombre al provocar, especialmente, cánceres de piel o para
los ecosistemas.